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Padre Alberto Bernardo Paoli Lovera


Padre Alberto Bernardo Paoli Lovera

 

21/12/1920 – 21/12/2020

En el centenario de su nacimiento, su acervo, nuestro patrimonio.

Al cumplirse los 100 años del nacimiento del Padre Paoli, la Biblioteca Popular Juan Bautista Alberdi es quien custodia parte del material, tanto de la erudita y exquisita formación lectora y musical, como de una colección de cuadernos manuscritos, en los que han quedado plasmadas algunas, de las incontables hasta hoy, obras dramáticas de su autoría.

Este año, la biblioteca presentó ante CONABIP, dentro del programa Por más lectores 2020, la propuesta “Biblioteca a distancia: nuestra historia digital”, en el que fueron aprobados recursos tanto para equipamiento, como para la posterior realización de digitalización del material histórico, el cual, por su naturaleza, debe ser protegido y a la vez estar a disposición on line de todo aquel que desee hurgar, conocer, acercarse a lo nuestro con tan solo un click.

A lo largo de este año silencioso, el trabajo contó con la revisión, limpieza, control y reordenamiento de la biblioteca personal del Padre Paoli, aquella que luego de errar por depósitos, tras su muerte acaecida en 1993, fue catalogada en forma manual por el trabajo voluntario de Carlos Zapata, un amante de los libros. Luego de las diversas mudanzas de la Alberdi, finalmente reposa en su casa definitiva.

Por otra parte, dicho patrimonio, contempla también papeles sueltos, escritos a máquina en papel manteca, copias mimeografiadas de citas literarias, presentaciones, libretos, clases de teoría, preceptiva y escenografía, entre otras variedades que están siendo analizadas; trabajo que se extenderá durante el mes de enero y febrero 2021, a cargo de personal de la comisión directiva y voluntarios, como también de contratados para dicho quehacer.

Dentro de esta labor, se incluye la discografía que también se encuentra contemplada en el trabajo de rescate, con la debida limpieza, catalogación y resguardo en sobres de papel neutro que protegen a los discos de los agentes externos, tales como los cambios de temperatura, la luz y microorganismos que alteran su constitución.

Dicha propuesta concluirá con la creación de un portal en donde se subirá todo el material disponible.

Hace muy pocos días, nos visitó el Gobernador de nuestra provincia, quien se mostró interesado, al recorrer los anaqueles, por la herencia e historia cultural que guarda nuestra casa de libros, tanto de lo antiguo como de las recientes novedades literarias.

El Padre Paoli, fue el sacerdote que más tiempo estuvo en nuestro pueblo, desde 1958 hasta su fallecimiento; aquí se quedó a vivir, con sus glorias y también penas, todo aquello que constituye la esencia humana. Pero lo que debe resaltarse es que el Padre Paoli fue un laborioso sistémico nato que presidió la Comisión Municipal de Cultura desde 1964 hasta 1992, quien dictó clases de filosofía y música clásica en el viejo Colegio Nacional y quien dedicó toda su vida a la escritura de obras de teatro, al mismo tiempo que la adaptación de grandes clásicos de la literatura universal, producto del agudo lector del cual da cuenta su biblioteca de casi dos mil volúmenes. Hoy se diría a esto un promotor cultural, pero a esa denominación le falta la hondura de la relevancia que tuvo su hacer en aquellos tiempos en que le tocó vivir, en un pueblo que recién se extendía. Creó la Escuela Parroquial de Arte Escénico en 1974, hoy Municipal, y el grupo Conjunto de Aficionados de Teatro Experimental (CATE) en 1958, con el que recorrió rincones de nuestra provincia y en el que descollaron, para utilizar una palabra de su rico vocabulario, muchos, muchísimos hombres y mujeres de nuestra ciudad, de quienes queda pendiente el relevo anecdotario.

Tampoco hay que olvidar el ser humano que fue, humilde y desinteresado del mundo material, en estricta armonía con su profesión de fe.

El hacer cultural fue su razón de existencia en justa fraternidad con su vocación religiosa, de la que dio y sirvió en forma conjunta desde que arribó a nuestro pueblo. Nos queda pendiente, en su memoria, la declaración de ciudadano ilustre post mortem como justo reconocimiento a su trayectoria, formación y divulgación en infinidad de discípulos que llevan el teatro en el devenir de los tiempos.

El Padre Paoli poseía una profusa formación humanista de mirada profunda, esa que supo crear horizontes.

Vienen aquí muy justas las palabras de Federico García Lorca: “No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan”.

Daniela Churruarín

Comisión Directiva

Biblioteca Popular Juan Bautista Alberdi

 

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